Estado de ánimo: Ok!
MSN: Off
Canción: Off
Hora del día: Tarde
Salud: Ok!
Escritorio: Limpio
Peso: 91,4 kgEsta mañana aproveché para irme de rebajas, bueno, el caso es que os voy a contar lo contradictorio de los sentimientos que me entran, el cómo pueden cambiar de un minuto a otro, y todo por observar a las personas.
Iba yo en el metro hacia el centro de la ciudad, embobada mirando a la nada a través de la ventana cuando giro mi vista hacia el otro lado y veo a un chico sentado frente a una chica los dos hablando, la muchacha estaba gordísima, necesitaba casi los dos asientos para ella sola. De repente noté cierto sentimiento empático hacia ella, nunca he estado tan gorda como lo estaba ella, pero observaba su cuerpo y me identificaba un montón. El caso es que salí del metro en cierto modo agradecida de estar como estoy, porque sí, estoy gorda y necesito adelgazar, pero existen personas en una situación mucho peor que la mía. Incluso me sentí atractiva hasta cierto grado y bueno, me sentí bien. Suena bastante feo dicho así, sentirse bien por ver a otra persona más rellena que tú, pero, no sé si a vosotras os ocurra, en mi caso es algo poco común, así que cuando veo a gente que está peligrosamente obesa en cierto modo me siento agradecida de no tener que adelgazar aún más, como esas personas.
Bueno, mis buenas vibraciones se fueron al carajo casi de inmediato, ha sido entrar a las tiendas de ropa y me he sentido tan sumamente inferior... Todo lleno de mujeres esbeltas, con cuerpos de alucine y mirando todo tipo de prendas, probándose todo lo que les da la gana, y yo ahí, tímida y encogida al lado del expositor de prendas de H&M, cogiendo un par de leggins y procurando no ser vista. Me siento tan mal cuando veo que todas pueden probarse prácticamente todo lo de la tienda y yo me veo tan limitada... Además en la tienda anterior en la que estuve descubrí que tenía una variz, horrible, casi me muero cuando la veo, por suerte es sólo una.